El flujo equilibrado de energía en nuestro cuerpo, mente y espíritu se logra cultivando una relación de paz y armonía con uno mismo, mediante afirmaciones positivas que nos libera de limitaciones y transforma nuestra vida. La paz interior o yo verdadero, al tener contacto directo con nuestra consciencia establece una serenidad que irradia felicidad , aislando todo pensamiento negativo y provocando verdaderos sentimientos que mantiene un equilibrio mente-cuerpo, mente-ambiente y mente-Dios, con sensaciones indescriptiblemente agradables, donde el egoísmo fracasa y la verdad se plasma en nuestra identidad, siendo única e incomparable. Dios nos creo para vivir en paz espiritual y transformar la materia en beneficios temporales que resultan de experiencias humanas.El Equilibrio provoca una serenidad que establece libertad plena donde la poesía, música y arte son las expresiones tangibles de nuestro ser, con sus múltiples expresiones.
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