domingo, 23 de marzo de 2008

El Poder de la Oración

El ruego que se hace a DIOS y a los santos tiene como objetivo primordial mejorar las condiciones de vida de todos los seres que habitamos nuestro planeta TIERRA. El poder de la palabra nos permite acceder a la fuerza suprema creadora y atraer la felicidad si así lo deseamos. Es siempre recomendable incluir en nuestras oraciones, pedir por la PAZ MUNDIAL y ser humilde con todo lo que recibimos por la gracia de Dios y nuestros hermanos y pedir con fé cualquier deseo o sueño para que el universo haga realidad lo que todos esperamos.

1 comentario:

Mariae dijo...

Yo agregaria lo que escribio Neale D. Walsh "Ninguna oración - y una oración no es más que una ferviente afirmación de lo que ya es - queda sin respuesta. Cualquier oración - cualquier pensamiento, cualquier afirmación, cualquier sentimiento - es creador. En la medida en que sea fervientemente sostenido como una verdad, en esa misma medida, se hará manifiesto en vuestra experiencia.
Cuando se dice que una oración no ha sido respondida, lo que realmente ocurre es que el pensamiento, palabra o sentimiento sostenido de modo más ferviente a llegado a ser operativo. Pero lo que has de saber - y ese es el secreto - es que detrás del pensamiento se halla siempre otro pensamiento - el que podríamos llamar Pensamiento Promotor -, que es el que controla el pensamiento.
Por lo tanto, si rogáis y suplicáis, parece que existe una posibilidad mucho menor de que experimentéis lo que pensáis que habéis decidido, puesto que el Pensamiento Promotor que se halla detrás de cada súplica es el de que en ese momento no tenéis lo que deseáis. Ese Pensamiento Promotor se convierte en vuestra realidad.
El único Pensamiento Promotor que puede ignorar este pensamiento es uno fundado en la fé en que Dios concederá cualquier cosa que se le pida, sin falta. Algunas personas poseen este tipo de fe, pero muy pocas.
El proceso de la oración resulta mucho más fácil cuando, en lugar de creer que Dios siempre dirá “sí” a cada petición, se comprende intuitivamente que la propia petición no es necesaria. Entonces la oración se convierte en una plegaria de acción de gracias. No es en absoluto una petición, sino una afirmación de gratitud por lo que ya es." Conversaciones con DIOS

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